sábado, 29 de marzo de 2008

Recorrerte

Recorrerte, sensación inexplicable
que me arrastra a laberintos oscuros de misterios y de sombras
¿Qué me conducen hacia él con el corazón en la sombra?
¿Acaso las huellas sobre frías arenas blancas?
Hoy lo pienso mientras escribo y todo arde.

Recorrerte una y otra vez incansablemente
extasiada del sonidos de las notas
Alucinándolo como miserable adicta
todo despierta melancolía, placer, deseos, ansias locas.
Huracán de sensaciones, violetas que me encienden
¿Cómo puede conocernos tanto?
¿Adivinar las angustias, miedos, descontentos?
Mi cuerpo late de solo pensarle.

Caminamos por senderos tan distintos, tan lejanos
parecería que nos alcanzamos, nos sentimos, nos tocamos
Suma de sensaciones sin lógica
que me llevan a recorrer con la mano
palmo a palmo, en las noches silenciosas.

Denominador común de sentimientos
que exaltan y despiertan los sentidos
Dos fantasmas que no logran alcanzarse
condenados a vivir cada cual su propia cárcel.

Agonías, necesidades que arden que nos consumen el cada día
¿Qué es mejor estar vivo o estar muerto?
¿O ser un orate perdido entre sus sombras?

Recorrerte entre ríos de lava negra
que hacen crujir todos mis huesos
Hoy estoy pensando en él mientras con el placer de abrazar su pluma
la deslizo y espero… espero… espero
esperar siempre esperar…
cuando parecen terminar, se deslizan de entre los dedos
con blanca arena del mar.

Recorrerte, no conozco, no conozco
otra forma de amar
¿Quieres un corazón de cristal?
Temeroso azul, viejo, herido, triste
siempre hambriento, siempre inquieto
¿Eso quieres? No conozco otra forma de amar

Recorrerte de solo pensarlo se me crispa
desde la boca a la piel del alma
la mente viaja sin sentido
perdiéndome toda en tu mirada, en la locura
La piel centellea saltan las furias.
Se despiertan las hambres se desgastan hasta los últimos manantiales

Recorrerte ¿Cómo puedes conocer tanto?
Saber de las ansias, deseos contenidos, delirios.
Nada es casual….nada…todo esta escrito
Camino entre los muertos sedienta de sangre y de huesos húmedos huesos.

Recorrerte, sin temores sin preguntas
sin restricciones, sin cambiarme
Colocando un corazón dentro de un cofre
de vidrios rotos, no quiero
Necesito de uno suave de fuerte terciopelo
que de cobijo…que de calor.

Recorrerte, con las palabras totalmente desnudas entre espejos refulgentes
sintiendo que tus manos me regalan palabras misteriosas
Bailando voy desnuda bajo la lluvia de tu saliva
De tus signos escritos en lenguas de arena blanca y cálido lenguaje.

Recorrerte en un lecho de poemas,
en imágenes de metáforas de cuerpos calientes
de sueños... de susurros...de latidos excitantes...de espasmos hirvientes

Recorrerte entre sábanas manchadas
son tus manos que convierten en canciones
mis delirios llevándome a mares desconocidos.

Recorrerte hasta la misma muerte
en palabras que fornican
con lujuriosa hambre
en donde solo encuentre siempre tu presencia.

Reinventando una nueva forma de amar
en donde nuestras pasiones alcancen el punto febril
del frenesí desesperado.
FGWM


lunes, 10 de marzo de 2008

Entre tu y yo

Noviembre 30

Ella : Hola, Cómo estás en este lluvioso y acogedor día?
El : Sobre todo acogedor ?? ;) …bien, y tu?
Ella : Sí, sobre todo. Bien, aquí en mi casa
El : Todavía sin carro !¿¿?
Ella : Si, esta en el taller
El : Buuuu
Ella : Porque querías que fuera a raptarte?
El : Yo que te iba a pedir raite
Ella : Me dan ganas de ir por ti en taxi, después de todo, para todo hay maña no?
El : Ven y dame… raite… andale.
Ella : Ay Corazón no sabes las ganas que te traigo
El : Mañana tempranito estoy libre... Me voy
Ella : Me desocupo a las 10… cuídate mucho

Diciembre 1

Ella: Buenos días, ahora no necesitas raite?
El: Ahora no … Que haciendo?
Ella: Estoy en la oficina, pero ya salí, ya me voy. Y tu, en la oficina o en tu casa?
El: En mi casa pero al rato tengo que ir por un encargo
Ella: Solo o acompañado?... Que tan al rato?... Vas apurado o te puedo invitar un café?
El: Voy apurado… pero tu compañía me vendría bien ;)
Ella: Ok, dime en donde y a que hora te veo
El: Apenas voy saliendo, nos vemos en la tienda si quieres
Ella: Ok, ahí te veo…

Más tarde..

El: Dónde estás?
Ella: Voy entrando al estacionamiento
El: Estaciona tu carro y vamos en el mío, te espero en la puerta…

Seguí tus instrucciones, dejé mi carro, subí al tuyo y cerré la puerta, no sabías como saludarme hacía tiempo que no nos veíamos y ambos sabíamos que tú ya no estabas solo, me incliné hacia ti, te dí un beso en la mejilla y pusiste el carro en marcha, los primeros minutos transcurrieron con preguntas triviales, sin ningún contacto físico, risas nerviosas, miradas que casi veían a través de la ropa, la tensión, el deseo y la ansiedad se sentían en el ambiente por lo que no pasó mucho tiempo para que entre risas e insinuaciones rodearas mi cintura jalándome hacia ti, mientras yo ponía mi mano sobre tu pierna y un beso se escapaba de nuestros labios, de camino mis caricias se hacían mas descaradas aún notando a través de tu pantalón cuanto te agradaban y en cada semáforo la intensidad de nuestros besos aumentaba en lo que tus manos traviesas hurgaban en mi escote, al llegar al estacionamiento apenas apagaste el carro te lanzaste sobre mi, lentamente fuiste bajando de mis labios al cuello saboreando cada centímetro por donde pasabas bajaste los tirantes de mi blusa, tiraste de mi sostén hasta dejar mis pechos al aire, empezaste a recorrerlos con tu lengua juguetona al tiempo que tu mano bajaba el cierre de mi pantalón y tus dedos encontraban mi clítoris, un gemido se escapó de mi boca pero lo ahogaste con la tuya, me tocabas despacio con suavidad, mis fluidos empezaban a mojar tu mano, separaste mis labios, recorriste mi clítoris con la yema de tu dedos hasta llegar a la entrada de mi vagina una y otra vez provocando mis ansias, acariciabas la entrada con movimientos circulares sintiendo mi palpitar, una que otra mordida en mis labios me daban un respiro para dejar salir los sonidos de mi excitación, mis piernas se abrían aún mas y mis caderas se arqueaban para facilitarte la entrada… te hundiste en mí… tus dedos penetraron con facilidad comenzaste a moverlos despacio, entrabas y salías mientras tu boca no dejaba de devorarme, tus movimientos se volvieron mas rápidos, mas fuertes al igual que mi respiración y el estremecimiento que provocabas, la tibieza de mis líquidos bañó tu mano y mis gemidos no podían contenerse mas.

Me reincorporé un poco para bajar el cierre de tu pantalón, recorrí tu pecho con mi lengua, te tenía en mis manos, inicié jugando en tu ombligo haciéndote cosquillas con mis uñas, bajando a tu miembro de manera muy suave casi sin tocarlo, tu cara me decía lo placentero que te estaba resultando, continué con mi lengua, me entretuve en tu vientre fui bajando muy lentamente, cogí tu miembro con mi mano y pase la lengua por tus testículos, llegue a la base del pene y fui subiendo hasta llegar a la cabeza, te saboreé despacio con la puntita de mi lengua y te metí en mi boca a tiempo que mis uñas continuaban acariciando tus testículos y tus manos se paseaban por mi culo, empecé con mi trabajo chupándote, mamándote, bajando y subiendo mi boca cuando mi lengua hacia círculos en tu miembro, tus gemidos se escuchaban y el olor a sexo nos impregnaba, afuera la gente iba y venía, un guardia se acercó mientras una pareja pasaba por detrás pero nadie se percataba de lo que sucedía dentro, el teléfono sonó reclamaban tu presencia, apenas alcanzaste a pronunciar “ya voy” y colgaste, yo seguía con lo mío, tu mano apretó fuerte la mía, mi lengua seguía jugando contigo con movimientos alrededor de tu pene, metiéndolo y sacándolo de mi boca, succionándolo para darte placer, mi lengua lamia tus testículos, después tu pene y de nuevo te metía en mi boca, estaba tan duro, caliente, tan suave, lo sacaba y lo metía una y otra vez mas fuerte en cada ocasión tus gemidos me daban la pauta para la intensidad de mis movimientos al igual que los apretones en mis nalgas, quería que te vinieras en mi boca y lo conseguí, tu respiración se agitó, sentí tu palpitar en mi lengua, tu semen se derramó en mi boca y me lo bebí poco a poco, mi lengua continuaba jugando con la puntita de tu pene unos momentos cuando levantaste mi cabeza, me abrazaste con ternura y me besaste con suavidad, en tanto el teléfono de nueva cuenta anunciaba que debíamos volver a la realidad.

sábado, 8 de marzo de 2008

Anoche

Anoche

- al estar entre tus brazos, al sentir tus besos por todo mi cuerpo, al recorrer con mi lengua tu cuello, tu pecho, tu espalda, tus nalgas, voltearte y llegar a tu hombría de un solo bocado, al hacerte crecer, al saborearte, recorrerte, recorrerme, volverte a saborear, disfrutarte, disfrutarme, sentirte y sentirme, morderte y morderme, al hacerme venir tantas veces y dejar nuestras huellas en mi cama, al gemir y gritar de placer con cada movimiento, con cada penetración, con cada gota de sudor y quedar exhaustos hasta dormirnos abrazados -

volví a disfrutar cada momento que estuve a tu lado.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Quisiera hacerte el amor

Quisiera hacerte el amor ahora, para imaginarme un segundo antes donde recorrerán mis manos tu cuerpo, donde mi lengua tocará tu piel, donde mis ojos se perderán por un instante, cuando llegará el momento en que mi saliva se acabe y mi boca se seque, y mi cuerpo tiemble y necesite un abrazo.

Quisiera hacerte el amor ahora, para calmar la angustia que hay en mi, para calmar la excitación que no me deja estar, para calmar mis ansias que me prohíben pensar, para calmarme a mi, para poder seguir…

Quisiera hacerte el amor ahora, con amor, sin amor, de cualquier forma, quizá eso yo quiera escuchar y oculte a través del deseo total, mi mas grande necesidad por ti, pero eso no importa, el tenerte, olerte, saborearte, medirte, tocarte, besarte, soñarte, cuidarte, mirarte es lo que ahora importa...

No se que vaya a pasar después, ni que consecuencias traerá este momento, nada importa, solo tu, yo y donde, no tiene que ser un lugar especial, tampoco un lugar mágico, mucho menos un lugar solitario, tampoco un lugar con flores, te quiero tomar en cualquier parte del universo y lo demás vendrá al instante, la magia, lo especial, lo solitario, las flores…

Ven, y empecemos con lo nuestro, no me importará nada, más que el: ¿A qué sabrá hoy tu piel?, ¿A qué olerá hoy tu cabello? ¿Qué nueva silueta crearemos hoy? ¿Qué parte de mi piel te llevarás entre tus uñas?, que aunque en el fondo todo esto ya lo se, necesito volverlo a sentir para no pensar que fue un buen sueño, tan solo ven, y hagamos el amor…

domingo, 2 de marzo de 2008

La Ducha


Hoy ha sido un día duro, cambié mi turno en el hospital a petición de un compañero que necesitaba la mañana para hacer unas gestiones, demasiadas horas de quirófano, y esa reunión que me ha tenido ocupada toda la tarde.
Llego a casa agotada, recojo el correo del buzón, abro la puerta y me dirijo al baño mientras por el pasillo ya voy descalzándome y desnudándome, buscando aislarme del resto del mundo bajo el agua de la ducha.
Abro el grifo del agua caliente y busco sumergirme en ella casi desesperadamente. Me coloco en la bañera de manera que todo el agua moje mi cuerpo de una sola vez. Me estremezco al sentir el agua tan caliente sobre mi piel, pero me resulta relajante sentir ese calor sobre mi pelo, en mi nuca y bajando por mi espalda hasta mis nalgas.
Como en un ritual, enjabono mi cabello y siento como el masaje en mi cabeza empieza ya a relajarme, mientras sigo sintiendo el calor del agua recorriendo parte de mi cuerpo. Intuitivamente, he cerrado los ojos y enjabonando mi nuca y mi cuello me abandono a mis pensamientos...
Hago balance del dia y por un momento pienso que ese estado de excitación que me ha invadido durante toda la mañana es debido a lo que, inesperadamente, sucedió anoche entre nosotros.
Me sorprendo enjabonando mis manos que ya empiezan a recorrer mi cuello y mis hombros y le pienso tal y como describimos anoche..., recostado sobre la almohada, boca arriba, desnudo, escondiendo bajo la sábana una de sus piernas y su sexo que ha empezado a acariciar a petición mía cuando he aparecido en la puerta de su habitación, solo con una camisa y un tanga.
Desde ella observo como se acaricia y meto una de mis manos entre la camisa, buscando mis pezones para excitarlos rozandolos con mis dedos mojados en mi propia saliva..
Enjabono mis pechos mientras los acaricio y los aprieto, mis pezones se excitan y mis senos se endurecen.
En un descuido intencionado, mueve una de sus piernas bajo la sábana y por un momento me deja ver lo que se esconde bajo ella. Aún sin enseñarmelo, podía imaginarlo, su verga levantaba la sábana y una de sus manos acariciaba sus testículos ... la otra, su pecho, sus abdominales marcados y su torso desnudo y moreno.
Recorro el centro de mi pecho hasta mi cintura que acaricio hasta llegar a mi ombligo y bajo la ducha, repito las caricias que anoche le describía.... dibujo circulos en mi ombligo con mis dedos, y le dejo ver como bajo la camisa mis pezones emergen erectos y muy excitados.
En un momento de maxima excitación le pido que me deje ver su polla, que ha descrito excitada, firme, muy dura, pero él se niega. Sabe que con esa negación aumenta mi deseo. Deseo que se convierte en humedad que ya siento en mi sexo y en calor entre mis muslos. Meto mi mano en el tanga y lo bajo un poco, dejandole ver el bello de mi pubis, abro las piernas y busco mi clítoris para masajearlo.
Me acaricié anoche como lo hago ahora bajo el agua de la ducha. Siento los labios de mi sexo hinchados e inundados de deseo.
Desabrocho la camisa por completo y volviéndome de espaldas descubro mis hombros y dejo caer la camisa al suelo. Ya puede ver mis nalgas al descubierto y es él quien me pide que me quite el tanga para ver mi sexo y soy yo la que ahora se niega, produciendo en él un gemido de placer ante mi negativa. Meto mi mano por detrás del tanga, rozando mis nalgas y la humedad de mi coño es tal que la extiendo por todo mi sexo y por la raja de mi culo.
Ha dejado escapar de su sexo unas gotas que dice extender por la punta de su polla. Me excita pensar que lo hago yo con mi lengua que juguetea en su verga.
Enjabono mis nalgas, abriendolas como hice anoche para mostrarle mi raja y acaricio una y otra vez mi sexo excitado.
En ese momento, le hubiera gustado chupar mi coñito, penetrarme con su lengua. Mi excitación es tanta que le pido, le suplico que me deje ya meterme en su cama, entre las sabanas que esconden como un tesoro su pene que no me ha dejado ver aún, pero que he imaginado duro, hinchado, voluptuoso, con su punta desnuda, rosada, húmeda....
Ya no aguanto más, la excitación de mi clítoris casi me produce dolor y como una gata en celo me arrodillo a los pies de su cama y empiezo a ascender por ella hasta llegar a su boca que me apetece besar. Me siento en sus muslos y con cuidado coloco su pene entre nuestros vientres, presionándolo entre nuestros cuerpos al acercarme a su boca que quiero mordisquear y dibujar con mi lengua. Succiono su cuello y lo recorro con la punta de mi lengua, soplo y oigo sus gemidos de placer, su corazón se acelera y me atrevo a llegar hasta su oido donde le susurro casi suplicante que me penetre ya.
Apoyo una de mis piernas en el filo de la bañera e introduzco los dedos de mi mano en mi sexo. Los saco y los meto con ritmo, acelerando o frenando en el punto de maximo deseo, alargando mi placer...
Hazlo tú, me dijo y en un acto casi desesperado cojo su polla con una de mis manos, me levanto un poco y meto su punta en mi vagina, y tras la punta el resto de su enorme falo. Ambos gemimos y mientras mordisquea y lame mis pezones le digo que voy a correrme. Eso hace que su polla se endurezca aún más dentro de mí, que pueda sentir su fuego en mis entrañas. Agarra mi cintura y moviéndose me folla una y otra vez con fuerza, golpeando sus caderas contra las mias en cada embestida, hasta hacerme estallar de placer, hasta hacerme temblar de excitación, pidiéndome que me corra con gusto, sin reprimirme, gritando para él.
Quedo exhausta en la ducha como quedé anoche en mi cama, temblando mis piernas y pudiendo sentir como si el corazón me bombeara entre las piernas, latiendo y palpitando sin medida.
Llevo casi una hora en la ducha, dejando que el agua caliente recorra cada poro de mi piel, abandonada al placer de sus caricias y las mias. Termino este ritual aclarando mi cuerpo con agua tibia, saliendo de la bañera y envolviéndome en una bata de seda. El placer me ha dejado exhausta, casi agotada y me dirijo al sofá, donde reposo y espero que su recuerdo vuelva a inundarme...
c.p.p.