Ibamos de viaje en tu carro, los dos solos. Ibamos hablando de todo lo que podiamos hacer y yo recreaba en mi cabeza cada una de tus palabras, nos imaginaba abrazados, apretándome las nalgas, comiéndome los pezones, cogiéndome rico, fuerte y a la vez despacio...
Mi cuerpo y mi entre pierna comenzaban a reaccionar. Cojí tu mano y me la introduje por el escote y empezaste a acariciar mi pequeño pecho y mi pezón, éste enseguida se endureció. Yo me acerqué aflojandome el cinturón de seguridad y comencé a besarte el cuello, a chuparte y darte mordisquitos.
Te chupé el lóbulo de la oreja -sé te encanta-, mientras mi mano ya andaba queriendo bajar a tu "paquete", por suerte llevabas pantalón casual y con tu ayuda pude bajar el ziper para poder sacar tu pene. Lo empecé a acariciar, suavemente, de arriba a abajo. Me las ingenié para introducir mi cabeza entre tu brazo y tus piernas sin obstaculizar la palanca de los cambios... y allí tenia tu duro pene, tan cerca de mi, lo podia oler y tu olor me excitaba. Con la puntita de la lengua acaricié la punta de tu glande haciendo circulos hasta chuparlo como un caramelo, oía tu respiración cada vez un poquito más alta lo que me daba mas ganas de hacerte disfrutar.
Jugueteé primero un rato, te chupé con la punta de mi lengua el pene de arriba a abajo, serpenteando. Con mis dientes y muy muy delicadamente te acaricié y mordisqueé. Te notaba ansioso por que me lo metiera en la boca. En otra situación me hubieras agarrado la cabeza y me lo hubieras metido hasta el fondo, pero en esta situacion era yo la que decidia, porque tú seguias conduciendo. Jugueteé un poco más y al fin me metí tú pene entero en mi boca, todo lo que pude hasta rozar en mi garganta.
Te la chupé con todas mis ganas, de prisa moviendo a la vez mi lengua, saboreándola. A veces me la metia tan adentro que casi me daban arcadas, y así seguimos yo succionándote y tu disfrutándolo. Estaba deleitándome entre tus piernas cuando me dijiste "espera, espera" asustada me levante pensando que pasaba algo en la carretera, pero no me dejaste levantarme y agarrándome la cabeza me metiste todo tu pene en mi garganta y así te veniste, te corriste en mi boca, bebí todo tu delicioso nectar, miré tu cara de felicidad, me diste un beso en la frente, sonreimos y seguimos nuestro camino...
Mi cuerpo y mi entre pierna comenzaban a reaccionar. Cojí tu mano y me la introduje por el escote y empezaste a acariciar mi pequeño pecho y mi pezón, éste enseguida se endureció. Yo me acerqué aflojandome el cinturón de seguridad y comencé a besarte el cuello, a chuparte y darte mordisquitos.
Te chupé el lóbulo de la oreja -sé te encanta-, mientras mi mano ya andaba queriendo bajar a tu "paquete", por suerte llevabas pantalón casual y con tu ayuda pude bajar el ziper para poder sacar tu pene. Lo empecé a acariciar, suavemente, de arriba a abajo. Me las ingenié para introducir mi cabeza entre tu brazo y tus piernas sin obstaculizar la palanca de los cambios... y allí tenia tu duro pene, tan cerca de mi, lo podia oler y tu olor me excitaba. Con la puntita de la lengua acaricié la punta de tu glande haciendo circulos hasta chuparlo como un caramelo, oía tu respiración cada vez un poquito más alta lo que me daba mas ganas de hacerte disfrutar.
Jugueteé primero un rato, te chupé con la punta de mi lengua el pene de arriba a abajo, serpenteando. Con mis dientes y muy muy delicadamente te acaricié y mordisqueé. Te notaba ansioso por que me lo metiera en la boca. En otra situación me hubieras agarrado la cabeza y me lo hubieras metido hasta el fondo, pero en esta situacion era yo la que decidia, porque tú seguias conduciendo. Jugueteé un poco más y al fin me metí tú pene entero en mi boca, todo lo que pude hasta rozar en mi garganta.
Te la chupé con todas mis ganas, de prisa moviendo a la vez mi lengua, saboreándola. A veces me la metia tan adentro que casi me daban arcadas, y así seguimos yo succionándote y tu disfrutándolo. Estaba deleitándome entre tus piernas cuando me dijiste "espera, espera" asustada me levante pensando que pasaba algo en la carretera, pero no me dejaste levantarme y agarrándome la cabeza me metiste todo tu pene en mi garganta y así te veniste, te corriste en mi boca, bebí todo tu delicioso nectar, miré tu cara de felicidad, me diste un beso en la frente, sonreimos y seguimos nuestro camino...
9 comentarios:
BONITO RELATO... SE VE QUE ESTABAS DESEOSA VENUS... TAN DESEOSA QUE NO ESPERASTE A LLEGAR...
Maxi... Hay ocasiones donde se debe romper la rutina.
Espero que no hallan faltado toallas.
La mejor palabra del relato es, sin duda, "Paquete"
Me encanta, una buena mamada en el coche, sin permitir apenas el movimiento del conductor, un orgasmo semicontrolado, mmm, y bien relatado. un beso Venus.
Don Fulano... No hubo necesidad de utilizar toallas y sí... es la mejor palabra del escrito.
Jordi... Gracias... bienvenido!
mmmmmmmmm creo que es hora de hacerlo de nuevo....
M incita a masturbarme.
¡Maravilloso!
La Nada... NADA te lo impide... Yumi!
buen erotismo...
Urrus.
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