Contoneándome, acercándome a ti sin que puedas hacer nada.
Te mueves hacia mi...yo me alejo. Y así, poco a poco, mientras nuestras miradas se cruzan por la habitación.
Ahora me toca a mí acercarme. Te sorprendes... Qué voy a hacerte? Te sonrío, me muerdo los labios mientras mi mirada recorre tu cuerpo. Dejas que tenga el control, sabes que eres más fuerte que yo, me dejas jugar.
Estas de pie, sin hacer nada, solo mirándome, a la espera de que yo actúe.
Me voy acercando, y mientras rodeo tu cuerpo mis manos acarician tus brazos, un simple roce. Me sitúo delante de ti y te doy un suave empujón hasta que caes sentado en la cama. Dejas que siga, que juegue contigo.
Te empujo y quedas tumbado. Sonríes, te gusta ver como disfruto.
Te susurro...Hoy me toca a mí.
Y saco dos pañuelos de dentro de mi escote. Despacito, para que veas de donde salen. De rodillas sobre la cama me coloco sobre ti y cojo una de tus manos.
¿Estas segura? me dices. Sonrío. Sí, estoy segura.
Una vez atada cojo tu otra mano y hago lo mismo.
Me extraña verte sonriendo. Me excita verte así.
Voy a jugar contigo, voy a tocar, lamer, morder...todo lo que quiera y no podrás detenerme. Te susurro en el oído, flojito, apenas has oído mis palabras.
Tú simplemente sonríes. Me preocupa esa sonrisa, pero sigo. Me voy excitando por momentos mientras mi mente, más rápida que mis manos, se imagina lo que va a pasar.
Te desabrocho la camisa despacito. Sé que no podre quitártela al estar atado, pero así es como te quiero, medio vestido para mí. Quiero ver cómo te retuerces, como gimes, como gritas que me deseas y que te suelte.
Mis manos van desabrochando poco a poco, botón a botón, sin prisas. Cada trocito de piel que queda al descubierto mis labios lo acaricia, lo lamen.
Mis manos han llegado a la hebilla del pantalón...desabrochan y, poco a poco, como todo lo que hago...te lo quito, bajando por tus piernas. Fuera. Tus calzoncillos y calcetines recorren el mismo camino. Todo está en el suelo.
Sonrío mientras te miro. No sé por dónde empezar.
Camino de rodillas por la cama, como una gatita. Voy rozándote por allá donde paso. Mis manos acarician todo tu cuerpo, de arriba a abajo.
Me acerco a tu cara. Mis labios acarician tus mejillas, dejan suaves besitos húmedos en ella. Giras la cara para besar mis labios, me aparto riendo.
Mis labios recorren tu cuello despacito. Me siento sobre tu cintura, con las piernas una a cada
lado de tu cuerpo. Me subo la faldita para que veas mis braguitas, las cuales ya están un poco húmedas. Me agacho un poco para masajearte los hombros, el pecho. Me agacho un poco más para ir dándote besitos por allí donde pasan mis manos. Noto una cosita que crece debajo de mí.
Me aparto para que mis manos sigan moviéndose por tu cuerpo. Ahora ya están en las caderas. Vaya! sí, ha crecido!. Te miro y sonrío. Tú sonríes también. Estoy sorprendida de tu aguante, pero... ya caerás, te susurro.
Mis manos van acariciando tus piernas, despacito, mientras mis labios las recorren... Besitos en el muslo. Besitos en las rodillas. Besitos en los pies. Y vuelvo a subir. Besitos en las piernas. Besitos a un lado de las rodillas. Besitos en el interior de los muslos y..ohhh. Has crecido un poco más. Voy a probarte. Y mi boca no puede esperar. La lengua recorre ese pene ya duro. Mis manos lo sujetan para que pueda lamerlo con fuerza. Es como un helado. Mi lengua te recorre. En un momento determinado te miro a los ojos... Si. Me muevo para situarme sobre ti, al revés, de cuatro patas sobre tu cuerpo, con mi conchita cerca de tu boca, formando un 69. Me subo la faldita, pero no me quito las braguitas.
Tienes las manos atadas, pero dejo que tu boca me acaricie. Mmm...que placer!!!
Sigo chupando, desde tu puntita hasta esos huevos que masajeo con mis manos mientras me remuevo sobre tu boca.
Estoy temblando. Quiero más.
Me levanto. Estoy de pie ante ti. Un pie a cada lado de tus caderas. despacito me bajo las braguitas. Mirándote. Después me agacho, siempre mirándote a los ojos. Mis manos dirigen ese miembro duro hacia mi cueva. Voy contoneándome sobre ti. Arriba y abajo. En círculos...
Me desabrocho la blusa, saco mis pechos del sostén y me los acaricio mientras te miro. Mientras voy moviéndome. Estoy gimiendo de placer.
Me doy la vuelta, me pongo de espaldas a ti. Me subo la falda mientras me agacho hacia tus pies y sigo moviéndome. Puedes ver perfectamente como entras en mí. Sigo metiéndote y sacando. Me muevo. Siento tu dureza en mi interior.
Vuelvo a girarme sobre ti. Estamos cara a cara. Me voy descontrolando. Me muevo más y más.
Mi boca se acerca a la tuya y te beso con pasión. Nuestras lenguas bailan como nuestros sexos.
Estoy desesperada. Te necesito y mis manos van hacia las tuyas para desatarte.
Sonríes. Lo sabías. Ahora tienes el control.
Saphira
En Femenino