domingo, 27 de diciembre de 2009

Gracias Mio Amore


Por hacerme pasar una riquísima noche llena de besos, de caricias, de gemidos, de sudor, de gritos, de deseo.


Agradezco esa lengua ardiente que recorre mi cuello, pasa por mi busto. Se queda en mis pezones llenándola de tu rica sáliva. Baja a mi ombligo y termina por hacerme estallar al encontrar el punto más sensible de mi cuerpo.


Agradezo esas grandes manos que acarician cada parte de mi piel, que me agarran con fuerza y a la vez con una delicadeza extrema para hacerme sentir y vibrar al entrar y salir dentro de mí.


Agradezco tu virilidad que me hace ser una mujer plena, que me penetra hasta el fondo de mi ser, que me hace gritar de placer y pedirte más y más con cada empuje, con cada corrida, con cada mojada que te doy.


Gracias Mio Amore por dejar que te ame y amarme en todo momento.

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