domingo, 24 de febrero de 2008

El y Ella a las 4:30 a.m.

Tono de celular..... Killing me softly with this song…

El: Hola
Ella: ¿Qué pasa?
El: Estás dormida?
Ella: Ya no
El: Cómo estás vestida?
Ella: Con el coordinado que tanto te gusta
El: En qué posición estás?
Ella: Boca arriba, las piernas un poco abiertas
El: Empiezo a acariciarte desde los pies, recorro tus piernas lentamente, empiezo a besar tus muslos, los acaricio, los beso, los lamo…
Ella: uuuhm que bien se sienten esas manos y tu lengua… hace que mi piel se erice
El: Abro despacio tus muslos… mmm… que bien hueles, me encanta esa aroma que despides cuando te excitas
Ella: Estás empezando a hacer que me moje
El: Beso tu sexo mientras acaricio tus senos, están duros… paraditos… se sienten deliciosos
Ella: Me muero por que los chupes, quiero sentir tu lengua jugando con ellos
El: No te impacientes primero quiero recorrer tu vientre, me entretengo en tu ombligo, subo beso a beso provocando tus ansias
Ella: No me martirices bésalos ya!
El: Te muerdo repentinamente mientras mis dedos encuentran tu clítoris, está húmedo, suave y expuesto, que bien se siente, separo más tus piernas con la mía, beso tu cuello, llego a tus labios dulces, tu lengua busca la mía, tus dientes parecen querer comerme de un solo mordisco
Ella: Me gusta sentir tu cuerpo caliente sobre el mío mientras clavo mis uñas en tu espalda, mi cadera se arquea buscándote, quiero sentirte dentro de mi, toco tu miembro, está duro, la cabeza al descubierto… que suave se siente
El: Te beso sin darte un respiro, quiero beberme tu aliento de un sorbo… te penetro mientras menos lo esperas pero cuando mas lo deseas, siento como palpitas y la habitación se llena con un gemido
Ella: Sabes que me enloqueces, podrías conseguir lo que fuera de mi en este instante… araño tu espalda… muerdo tu hombro… no puedo contenerme… no quiero que te detengas
El: Chupo tus senos muerdo tus pezones mientras mi pene entra una y otra vez en tu vagina acelerando el ritmo, acelerando tus latidos, acelerando tu respiración, tus gemidos se hacen mas constantes y se escuchan mas fuertes aun… de repente un temblor sacude tu cuerpo, tu corazón se detiene un instante, siento como me aprisionas entre tus piernas y el calor de tus líquidos baña mi sexo al tiempo que el mío explota dentro de ti.
Adoro ver tu cuerpo desnudo, exhausto, sin fuerzas, tus ojos cerrados y esa expresión de placer en tu rostro, me tiendo unos momentos sobre ti… no existe cansancio mas placentero… como quisiera de verdad estar ahí…

lunes, 18 de febrero de 2008

El y Ella

Ella :
oye...
El :
mande
Ella :
hecho de menos los momentos íntimos que tuvimos.. tu sabor
El :
igual yo
Ella :
quiero volver a tenerlos
Ella :
me gustaba mucho chuparte, verte, olerte
El :
igual a mi
El :
estas segura?
Ella :
si, completamente segura
El :
te extraño, extraño tu cuerpo, tu calor, tu piel
El :
ven..... tengo mi tarde libre, como hasta las 5 pm
Ella :
igual yo, a esa hora me ocupo en un asunto familiar
El :
quieres?
Ella :
si
El :
a que hora vienes?
Ella :
en lo que me alisto y me pongo bonita para tí
El :
ok, te espero.... aunque tu ya eres bonita
Ella :
ahorita llego
El :
me meto a bañar y te espero ansioso
Ella :
ok, llegaré a tu lado en un momento

domingo, 17 de febrero de 2008

Fresas, vino y algo más

A pesar de estar en abstinencia (que triste!) posteo esta receta que me enviaron y se lee riquisima.

Ingredientes:

Un bol de fresas, un cuerpo que se desee, una botella de cava, sidra, champagne, vino espumoso, vino sin espumar (al gusto).

Realización:

Se trocean la mayoría de las fresas, algunas, enteras, se reservan.

Se desnuda el cuerpo. Con él extendido en un lugar cómodo, se esparcen los trozos de fresa por el torso.

A una altura considerable para que salpique y chapotee todo, se derrama un poco del vino sobre el cuerpo con las fresas.

Inmediatamente, con la boca comienza a recogerse el producto de la mezcla. No olvidar de vez en cuando compartir algún trozo de fresa con la dueña de tan deseado cuerpo. Al compartir trozos de fresa deben ir sorbos del líquido para evitar la sequedad de las bocas.

Después de recogidas las frutas y con la piel húmeda por el vino y la sáliva del cocinero, coger alguna de las frases enteras.

Siempre con la boca con vino para la humedad, se besan los pechos del cuerpo, los pezones se recorren lentamente. Entonces, cuando estén preparados, se muerde la punta de la fresa y en la parte interna se introduce el pezón de tal forma que... el pezón se impregne de fresa y la fresa del sabor del cuerpo y el vino.

Se realiza este paso varias veces en cada pecho, hasta que la poseedora del cuerpo esté disfrutando de las caricias fruto-bucales. Después, el cocinero debe descender y verter un pequeño chorro de vino en el ombligo que encontrará en una zona más inferior, de ahí beberá hundiendo la lengua y relamiéndose con la mezcla de sabores.

Sigue el descenso...

El cocinero debe abrir delicadamente las piernas del cuerpo, separando sus rodillas. Con la boca llena de vino abrirá los labios del sexo del cuerpo, momento en que se mezclaran los sabores del vino, la saliva y la probable humedad del cuerpo. Introducir la lengua, buscando el maridaje perfecto entre el bouquet del vino y el zumo cálido del sexo. Una vez preparado, se repetirá la operación con otra fresa (morder la punta para que ella expulse también su interior jugo como un pequeño sexo).

Sin quitarla el tallo para poder sujetarla mejor, se paseara por los labios, el clítoris y cualquier otra zona externa del sexo.

Despacio, sin prisa... dejando que se impregnen bien el uno a la otra.

El cocinero dará un pequeño mordisco a la fresa y descubrirá el sabor de la pasión.

Mojará la fresa en el vino y la introducirá en el sexo del cuerpo, ahí la fresa seguirá expulsado su jugo estando por fuera empapada de vino yabsorbiendo el elixir que emane el cuerpo. Esta operación requiere calma, paciencia, atención, cariño, dedicación y detalle.

Sabremos que el cuerpo llega al momento cumbre observando las reacciones, respuestas y pautas con que nos obsequie. Él mandará y no el cocinero.

Llegado ese momento, el cocinero extraerá la fresa, ascenderá a la altura de la boca del cuerpo y llegará el momento de la mezcla final. Introducirá dulcemente la fresa en la boca que estará entreabierta, esperando. Así la poseedora del cuerpo probará su propio sabor mezclado con el de la fresa..

Después se acoplaran en una mezcla y derretimiento perfecto, las bocas de cuerpo y cocinero más la fresa que partida por la lengua del cuerpo se repartirá entre las dos bocas, provocando las lenguas un juego interno de gran placer al paladar.

Cuando todos esos componentes estén perfectamente integrados, se hundirá el sexo del cocinero en el sexo del cuerpo como culminación a esta receta de pasión y deseo que terminará... cuando ambos cuerpos estén agotados o las fresas y el vino se hayan finiquitado.

Que les guste!!! y si lo prueban... por favor compartan con todos los resultados.

jueves, 14 de febrero de 2008

Tengo ganas de ti

Lo has vuelto a hacer... ha ocurrido de nuevo, y esta vez, hasta sin proponértelo (creo). Me has vuelto a excitar, siento un enorme deseo de ti.

Por la noche, entré en la ducha y no pude evitar pensar en ti, y tumbándome en la bañera, orienté el chorro del agua directamente hacia mi clítoris, pero era tu boca... tu lengua, la que me rozaba, chupaba, frotaba, succionaba y era tu saliva la que me mojaba, mis caderas se elevaban buscando algo más y mis gemidos... silenciosos... escapaban de mi garganta incontrolados.

Tras prolongar ese placer de imaginar tu cabeza entre mis piernas, alcancé un primer orgasmo que lejos de dejarme satisfecha, me dejó con ganas de más... con más deseo de ti.

El chorro continuó su roce y cerrando los ojos, imaginé que estabas tumbado en una cama y yo te montaba, poniendo las piernas abiertas a ambos lados de tus caderas, y metiendo tu polla en mi interior, me agarrabas las caderas para subirme casi hasta sacarla y después me bajabas hasta notar tu punta en lo más hondo de mis entrañas. Entonces notaba una mano pellizcar mis pezones y otra mano frotar mi clítoris... eran las mías pero las sentía tuyas, y así alcancé el segundo orgasmo... seguido del primero y con único protagonista TU... porque lo deseo tanto.... si, lo deseo...
Tomado de: Dama Placer

martes, 12 de febrero de 2008

Quiero dormir contigo

Quiero dormir contigo, después de haber hecho el amor hasta el agotamiento.
Quiero dormir contigo para besarte y simplemente abrazarte.
Quiero dormir contigo para sentir tu aliento junto al mío.
Quiero dormir contigo, despertar a tu lado y sentirte mío.
Quiero sentir tu calor, tu fuerza y tu pasión, por eso, quiero dormir contigo.

domingo, 10 de febrero de 2008

Te toca a ti...

Ahora yo quiero que me digas tu lado oculto, que veas, que vibres, que sientas lo que te estoy haciendo.
Las preguntas son ¿Cómo te gusta?
¿De dónde a donde sientes?
¿Me detengo... sigo... Hasta cuándo?
....
Cuentame ese lado que te mata... Cuentame

lunes, 4 de febrero de 2008

Fantasía o Realidad

Llegaste sin avisar, eran las 3:00 a.m., tocaste mi puerta, me levanté sobresaltada, pensando en quien pudiera ser a esa hora. Al abrir y verte de frente fue una grata sorpresa, tenía meses sin saber de tí y de repente te apareciste así sin más.

-Hola, como has estado? no quise llamarte antes porque sé no querrías verme.

-Bien, pero pasa, hace frío.

Te sentaste en el sofá de la sala, al lado mío y empezaste a contarme que había sido de tu vida en este tiempo. Al ver tus hermosos ojos verdes recorde el tiempo cuando me exitaba verte desnudo; al ver moverse tus labios mis malos pensamientos se fueron apoderando de mí, como si fuera un imán atrayendome con cada palabra hacía tí. Sacudí un poco la cabeza para alejar la fantasía que acababa de vivir y trate de enfocar mi atención en la plática. Te empecé a decir lo que también había sido mi vida, cuando así sin más cerraste mis labios con un beso.

Mi cuerpo te correspondío como si no hubiera pasado todo este tiempo. De nuevo la realidad estaba superando mis pensamientos. Sentí como tu aliento iba bajando a mi cuello, hiciste a un lado mi camizón -ese camizón de franela rojo, nada sexy que tanto te hacía reír- y te fuiste directo a mis pechos, mis pezones estaban esperando tu llegada, al estarlos chupando sentí como empezaba a mojarme, parece que leíste mi pensamiento, me miraste fijamente al tiempo que seguías chupando y estrujando mis pechos y sólo me diste una sonrisa pícara porque sabías que ya estaba desesperada porque saborearás mis líquidos. Detuviste mis manos que te imploraban bajar, las pusiste detrás de mi espalda y me dijiste una sola palabra...
-Quieta-
Ya no aguantaba más, quería tocarte, quería sentir tu pene, quería ver tu cuerpo desnudo ante mí, pero por una extraña razón te hice caso, me quedé quieta y simplemente cerre los ojos. Cerre los ojos al sentir todo ese cosquilleo dentro de mí, al sentir como tu lengua iba bajando lentamente por mi vientre, te detuviste en mi ombligo, jugaste con él, sé que seguías sonriendo al ver como me retorcía de placer. Mis jugos estaban a punto de salir, de explotar.

Bajaste mi pantaleta... la oliste, la respirabas con una profundidad, se notaba a leguas que te gustaba lo que olías, la dejaste a un lado, ya tenía mis piernas abiertas ante tí, abriste mis labios que te esperaban desesperados y empezaste a lamermelos, a chuparlos, a saborear mis jugos, metiste dos dedos dentro de mí al tiempo que me chupabas, seguiste así por un rato, yo pujaba, gemía, gritaba de placer, ese placer que sólo tu sabías darme de esa forma. Quise tocarte, quise bajarte el pantalón para dejar salir ese pene que pedía a gritos lo probará, me volviste a sujetar las manos y me dijiste... -hoy el placer esta enfocado en tí- y volviste a poner mis manos detrás de mi espalda.

Continuaste con el vaiven de tus dedos dentro de mí, soltaste un gemido de placer al sentir que mis jugos llenaban tu mano, me chupaste con desesperación, sentía como fuego esa lengua que sabía que, y como tocar mi punto más débil, volviste a hacerme venir, me hiciste gritar, al ver que temblaba de placer subiste rápidamente y me besaste, me besaste con tanta dulzura, limpiaste el sudor de mi frente y sólo dijiste:

-Sigue durmiendo, vendré a tus sueños más seguido y disfrutaremos nuevamente el estar juntos como lo hice hoy.