Me gusta despertarla besándola en los labios;
aparto un poco el vello y beso sus labios.
Con la punta de mi lengua abro el camino,
obteniendo como respuesta un ligero estremecimiento.
Continuo lamiendo la cara interna de sus muslos,
subo luego a su vientre,
me entretengo en el ombligo,
subo mis manos hasta sus pechos,
y ella despertando las aprieta con las suyas
a la vez que musita un agradable "Buenos días".
Sigo con mi tarea, introduzco mi lengua, chupo, muerdo, beso.
Hasta que sus muslos empiezan a temblar,
entonces agarra mi cabeza,
aprieta sus piernas,
exhala un suspiro que le sube del alma y
un agrio y blando licor invade mi boca.
Me gusta guardar ese sabor hasta que voy a la Fábrica,
y cuando paso por delante de mis compañeros,
contoneando mi cuerpo y susurran:
¡¡María Luisa, qué buena estás!!,
busco nuevamente con mi lengua,
encontrando su recuerdo en mi boca y sonrío.
Un relato corto de Melitón Padilla
Tomado "de secretos" o "Jamás lo vas a Saber"
"Definivo!!! Quiero... Necesito... Anhelo!!!! Me despierten así!
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7 comentarios:
No cabe duda: es un buen despertar, de los que dejan todo el día hipnotizado.
Si y con ganas de que la sensación no se quite en mucho tiempo.
buena lectura para una aburrida mañana de oficina. tambien me gustaría poder conservar esas senssaciones en mi boca. un placer.
gran relato! me ha encantado
grande
Humbert... Espero esta mañana no sea aburrida y hayas despertado con el placer a flor de piel.
Eros... Me encanta tu presencia aquí... Bienvenido!
Grande... Definitivo, si es grande!
ME ENCANTO
VMW06
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